¿COMO PROTEGERSE DE LAS ESTAFAS?
DETECTIVES PRIVADOS EN AVILÉS
Contratar a un detective privado antes de realizar una inversión importante, es cada vez una costumbre más extendida en las empresas de Asturias. Pasados los años más oscuros de la crisis económica y financiera, son cada vez más las empresas y particulares que se plantean la realización de inversiones novedosas que rentabilicen un capital, al que los bancos y entidades financieras no ofrecen buenas salidas. Al menos es una constante, que nuestros servicios como detectives privados en Avilés, cada día son más requeridos por las empresas con fines bien de investigación patrimonial o de acreditación de hechos previos a una inversión.
El peligro de las inversiones que prometen altas rentabilidades es que pueden acabar resultando un fiasco, como ya demostró el caso de Nueva Rumasa. Pero no sólo víctimas los ahorradores particulares , también las empresas y aún los gobiernos. Nadie se libra de la picaresca, como también demostró en Asturias el conocido caso del «Petromocho» que costó la presidencia del principado a Antonio Trevín.
Ante una supuesta oportunidad de inversión, con jugosas rentabilidades, lo más sensato es realizar una labor previa de investigación, antes de desprendernos irremisiblemente de nuestro dinero. El caso de las estafas piramidales, es un modo de engañar a cada vez más personas, repartiendo supuestos dividendos a partir de la captación de nuevos – e incautos – suscriptores para un plan de negoción o inversión pretendidamente milagrosa. En otros casos, la estafa se basa simplemente en la apariencia de solvencia, y ahí es donde el papel de un detective privado con experiencia investigación patrimonial y prevención de delitos económicos puede resultar crucial.
Como detectives privados en Avilés, hemos detectado un aumento de las intervenciones profesionales relacionadas con servicios a empresas con carácter preventivo de posibles engaños. Si bien en Avilés aún no se han dado casos de grandes estafas como aquella de la que daba cuenta recientemente El País, en la que una agencia de publicidad recabó los fondos de una entidad de inversión para rentabilizarlos supuestamente a través del alquiler de espacios de publicidad en televisión de los que en realidad no disponía, constituyendo un fraude de hasta 200 millones de euros. Un claro ejemplo de una estafa entre empresas, que podría haberse evitado o, al menos minimizado, con la oportuna intervención de un detective privado. Y es que, en ocasiones, un sólo detective privado puede evitar muchos fraudes o, simplemente hacernos pensar dos veces en qué vamos a invertir nuestro dinero.
