¿PARA QUIÉN TRABAJA UN DETECTIVE PRIVADO?
DETECTIVES PRIVADOS EN AVILÉS
La respuesta es sencilla. Un detective privado trabaja para cualquiera que quiera demostrar un hecho o averiguar algo. Siempre dentro de la legalidad, huelga decirlo. Un cometido que pueden asignarnos tanto empresas como particulares. Si bien el cliché suele atribuirnos preferentemente investigaciones relacionadas con el ámbito familiar, como la clásica prueba de infidelidad, no todo el monte es orégano.
La naturaleza de los encargos profesionales que puede recibir un detective privado en Avilés o una ciudad de tamaño medio en Asturias es variada. Los servicios a empresas tienen su relevancia. Y no todo son averiguaciones de fraudes a aseguradoras. Bajas fingidas, duplicidad de contratos, absentismo laboral, competencia desleal, alzamientos de bienes o espionaje industrial, son asuntos que pueden aparecer en la agenda de cualquier detective privado en Avilés, Oviedo o Gijón. Pero es cierto que los trabajos relacionados con la familia suelen ocupar un lugar importante. Y entre ellos abundan investigaciones para modificación de medidas en procesos de divorcio o separación, de los que ya hemos hablado en alguna ocasión.
Ya se trate de servicios a particulares o de servicios a empresas, el compromiso del detective privado es ante todo con la legalidad. Toda labor investigadora ha de ajustarse al marco legal vigente. Además, la violación de derechos fundamentales como la intimidad y la propia imagen, puede acarrear consecuencias. La primera, quizás, invalidar para ser eficaces en juicio las pruebas obtenidas conculcando esos derecho, sin ir más lejos. Y en último término, los investigadores privados tenemos muy presente el Código Penal, ultima ratio para castigar los comportamientos más extremos. Delitos como el descubrimiento y revelación de secretos constituyen un serio valladar cuya inobservancia ningún detective privado puede permitirse.
En definitiva, en Máxima Detectives Privados en Avilés, nos gusta pensar que el beneficiario de nuestro trabajo es, en último término, la sociedad. Averiguar la verdad y hacerla valer ante quien corresponda es una tarea nada baladí. Aunque el detective privado sólo sea un pequeño eslabón de la cadena. Así con cada caso resuelto, podremos dar un paso más hacia el objetivo de lograr una sociedad más justa. Que no es poco.
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