DETECTIVE PRIVADO: ¿UNA PROFESIÓN DE RIESGO?
DETECTIVES PRIVADOS EN GIJÓN.
Ser detective privado en Gijón o en cualquier otra ciudad española no es una profesión exenta de riesgos. Los profesionales de la investigación privada somos conscientes de ello. Por eso somos muy cuidadosos con los casos que aceptamos. Un detective privado suele llevar a cabo encargos que implican averiguaciones sobre situaciones que algunos prefieren mantener ocultas. Demostrar la verdad a veces resulta molesto para quienes no tienen interés en que se conozca. Pero eso no nos tiene que arredrar. Contratar a un detective privado es una opción que muchos ciudadanos ejercen cuando no les queda otro medio para defender sus derechos. Allí dónde las fuerzas de seguridad no pueden llegar o dónde la labor de un abogado se queda corta, un detective puede ser la mejor solución.
Por otra parte, el investigador al servicio de empresas o particulares ofrece salidas a personas a menudo envueltas en un drama personal o a entidades que están siendo objeto de abusos o fraudes. Piénsese en las veces que un progenitor niega el pago de una pensión compensatoria o de alimentos justa para sus hijos, ocultando su patrimonio. O en un caso reciente investigado por uno de nuestros detectives privados en Gijón: una pareja de jubilados con una exigua pensión que complementaban por la renta del alquiler de una segunda vivienda. Una vivienda recientemente adquirida con el ahorro de años, de cuyo uso se veían privados así como de la renta, por un inquilino desaprensivo que había desaparecido cediéndola en subarriendo a terceros, mientras las deudas ahogan a sus propietarios. La localización de estos individuos y la documentación de estas situaciones forman parte de esa labor de los detectives privados, que nos reconcilia con nuestro trabajo. Una función casi social, que permite que no siempre seamos vistos como los malos de la película, cuando los malos son otros: los defraudadores o quienes incumplen sus obligaciones.
Otras veces, son las empresas las que se ven perjudicadas por conductas abusivas: bajas fraudulentas o espionaje industrial, por poner sólo dos ejemplos, son supuestos habituales. En todos estos casos, los detectives privados en Gijón como en cualquier otra parte actúan para esclarecer la verdad. Y la verdad a veces escuece. Desgraciadamente no son raras los intentos de represalias contra detectives por parte de aquellos que han visto descubierto sus engaños o su modo de vivir fraudulento. El escaso respeto por la ley y lo que esta represalia suele manifestarse entonces. Aunque la mayoría de las veces no va más allá de algunos mensajes anónimos o llamadas molestas, a veces puede ser más grave. Sólo hace falta recordar el caso del primer detective privado en España asesinado desde que existe la profesión, como consecuencia probable de su ejercicio. El investigador Luis Hernández Bustamante, fue hallado sin vida en un no tan lejano 26 de noviembre de 2006, tras haber sido maltratado y asfixiado por unos secuestradores de los que jamás se ha vuelto a saber. Conviene no olvidarlo. Ni tampoco olivdar que el detective privado trabaja siempre al servicio de la ley y de quienes la defienden.