¿CONSULTORES EN INVESTIGACIÓN PRIVADA?
DETECTIVES PRIVADOS DE ASTURIAS Y ESPAÑA
Detectives privados en Asturias y el resto de España manifiestan su perplejidad ante las recientes noticias relacionadas con el ex-comisario Villarejo. Más allá de la reprobación penal o social que merezcan los hechos. Y con ello nos estamos refiriendo a las supuestas investigaciones relacionadas con la cúpula del BBVA auspiciadas por el mediático policía retirado. De lo que se quejan, muchos detectives en Asturias y, entre otros la Asociación Profesional de Detectives Privados de España (APDPE) es de un clamoroso caso de intrusismo.
Resulta sorprendente la candidez con que se acepta que un funcionario retirado del Cuerpo Nacional de Policía pueda prestar servicios que únicamente pueden llevar a cabo los detectives privados legalmente habilitados para ello. La confianza puesta en este tipo de pretendidos consultores o agentes de investigación exentos de control y deontología profesional alguna, siempre corre el riesgo de acabar siendo traicionada. Especialmente si intervienen aspectos ciertamente turbios como el intercambio de favores o el uso de información privilegiada a la que se ha tenido acceso por razón de un cargo desempeñado en el Cuerpo Nacional de Policía.
Lo que resulta evidente es que el detective profesional sabe cuáles son los límites legales en los que se mueve y las consecuencias de saltárselos. Además cuenta con una formación y ha de estar debidamente habilitado por el Ministerio del Interior. Y todas sus actividades de investigación deben constar en un libro-registro destinado al efecto. Nada turbio puede resultar de todo ello. Al contrario, la misión del detective privado es siempre clarificar. Averiguar la verdad. En Asturias, desde Máxima Detectives estamos acostumbrados a trabajar por este objetivo.
Cosa muy distinta sucede cuando se acude a profesionales de la intriga o del puro espionaje carente de cualquier cobertura legal. Un detective privado nunca podrá llevar a efecto escuchas ilegales. Y las consecuencias pueden se graves, tanto para el pretendido detective, como para el que lo contrata. Así lo reconoce la actual Ley Reguladora de la Seguridad Privada. Por eso lo primero que debe preguntarse a un detective privado es por su habilitación profesional. Nos evitaremos muchos disgustos.
