DETECTIVE PRIVADO: UNA PROFESIÓN CON LÍMITES
DETECTIVES PRIVADOS EN OVIEDO.
En el ideario colectivo, suele asociarse la imagen del detective privado, con la del tipo duro, frío e inquisitivo, que no se detiene ante nada para conseguir desentrañar los misterios de cualquier caso, por enmarañado que este sea. Sin embargo, esta visión tiene mucho más que ver con los héroes de la novela negra, el cine o la televisión, que con la mera realidad.
Los detectives privados en Oviedo, al menos, somos conscientes de que esta profesión tiene muchas exigencias. Entre ellas la discreción, indispensable en cualquier detective privado, así como la paciencia, proverbial entre los investigadores. Sin embargo, la vocación de servicio al particular o empresa que nos contrata, se encuentra sujeta al estrecho marco que nos impone la ley.
Entre esos límites, el respeto a la intimidad de las personas, ocupa un lugar muy importante. Desde la aprobación de la vigente Ley de Seguridad Privada, no exenta de polémica en su momento, hay quienes, en nuestra profesión, han puesto de manifiesto los límites excesivamente restrictivos que esta normativa reguladora impone a los invesigadores privados. Tales restricciones encontrarían su fundamento en el conocido caso de la polémica actuación de la Agencia de Detectives Privados Método 3 de Barcelona y sus grabaciones no consentidas en un afamado restaurante de la capital catalána hace algunos años. A consecuencia de ese escándalo, se dice en algunos medios, buena parte de la regulación de la actividad profesional de los detectives privados incluida en dicha ley estaría insipirada en principios restrictivos, al haberse puesto en el punto de mira la legitimidad de la actuación de los detectives privados. Así, al menos, parece opinar una compañera de profesión en un reciente artículo publicado en El País acerca de la vida de una mujer detective.
Sin entrar en otras consideraciones, desde Asturiana de Detectives sólo podemos decir, que como Detectives privados en Oviedo, nos debemos adaptar a las normas reguladoras de la profesión vigentes en cada momento, sean las que sean, y por encima de ellas, y como límite y principio rector de todas ellas, en la Constitución y los derechos fundamentales de las personas. Además de principios éticos y deontólogicos, que el ejercicio de toda profesión impone, hay también barreras infranqueables, que un detective no puede soslayar.
En definitiva, más allá del cliché televisivo, los detectives privados en Oviedo nos encontramos muy alejados del típico investigador de la gabardina; somos profesionales que trabajamos al servicio de particulares o empresas, pero siempre bajo el imperio de la ley.