ESPIONAJE DE SMARTPHONES. ESTÁ SUCEDIENDO
DETECTIVES PRIVADOS EN ASTURIAS
La preocupación por el secreto de las comunicaciones es una constante en nuestros días. Como detectives privados en Asturias, en Máxima Detectives conocemos la importancia de evitar fugas de información en determinados contextos, tanto empresariales como familiares. Al ser la discreción una de las cualidades que se presuponen a todo detective privado, nadie mejor que un investigador profesional para evitar los riesgos potenciales en un terreno tan resbaladizo.
Si ya alertábamos en otra ocasión sobre el grado de seguridad con el que podemos restringir accesos no deseados a nuestras comunicaciones por aplicaciones de mensajería instantáneas como Whatsapp, o el peligro de la huella digital, hoy llamamos la atención sobre otro fenómeno. En este caso hablamos del espionaje de smartphones. Un riesgo basado en la vulnerabilidad de nuestros teléfonos móviles como emisores o receptores de llamadas, y en la posibilidad de acceder a nuestras conversaciones privadas por parte de terceros no autorizados.
En España existe todo un entramado jurídico destinado a proteger la inviolabilidad de las comunicaciones, que los detectives privados conocemos muy bien a causa de nuestra formación. Y de los límites que supone para el ejercicio de nuestra actividad. Este entramado protector empieza desde la propia Constitución Española, que ampara ese derecho con el carácter de fundamental, pasa por la legislación en materia de protección de datos de carácter personal, y culmina con el Código Penal, tal y como aludíamos en nuestro anterior artículo, acerca de para quién trabaja un detective privado. Aunque, a veces, todo esto no es suficiente.
Para empezar, el secreto de las comunicaciones no es absoluto, pues puede levantarse por orden judicial, cuando existen razones justificadas para ello, en el curso de una investigación penal. Por supuesto que los detectives privados carecen de potestad para realizar este tipo de intervenciones. Pero la garantía institucional, a veces, no basta para preservar la corrección de escuchas acordadas en un procedimiento penal.
Algunas intervenciones telefónicas acordadas judicialmente en ocasiones terminan archivadas por no prosperar la investigación, pero otras veces son objeto de filtraciones, más o menos interesadas, a los medios de comunicación. En estos últimos casos, la violación de la intimidad personal es palmaria, pero se otorga prevalencia al derecho y libertad de información, que permite no revelar las fuentes a quien publica este tipo de conversaciones, siempre que se den los requisitos para ello. Requisitos generalmente asociados al carácter público de los personajes implicados o a la trascendencia de los hechos revelados.
Otro riesgo de que nuestras conversaciones privadas trasciendan es la posibilidad de su grabación y difusión de las mismas sin nuestro consentimiento. Más allá del análisis de su legalidad o admisibilidad como prueba en juicio, hoy por hoy se trata de una posibilidad técnica al alcance de cualquiera, y tan fácil como descargarse una aplicación para móviles que permite grabar las conversaciones que mantenemos.
En todo caso, conviene tener presente que no todo lo que hablamos por teléfono, whatsapp o correo electrónico permanecerá necesariamente en la esfera de nuestra privacidad. Cualquier detective privado en Asturias sabe que hay ocasiones en las que esto puede no ser así. La razón es bien simple. Pues si existen los medios técnicos para interferir comunicaciones de terceros legalmente, es fácil deducir que los mismos medios pueden ser usados sin cobertura legal, si se consigue acceder a ellos. Así lo viene a corroborar el reciente caso de espionaje de conversaciones de teléfonos móviles a militares españoles destinados en Letonia del que se hacía eco un medio digital.
Y si bien estos sucesos parecen circunscribirse al ámbito del espionaje internacional y puede parecer que exceden del ámbito de las competencias de una Agencia de Detectives Privados en Asturias como Máxima Detectives, bien puede servirnos como advertencia. A todos.