DETECTIVES FUERA DE LA LEY
DETECTIVES PRIVADOS EN AVILÉS
No podemos poner la mano en el fuego por los demás. Pero entre todos aquellos aquellos que ejercemos como detectives privados en Avilés, Oviedo o Gijón, tenemos claro que nuestra profesión tiene unos límites que no podemos traspasar. Por eso la existencia de casos de actuaciones irregulares por parte de personas que se dicen detectives cuando no lo son sólo pueden calificarse como intrusismo profesional.
Por eso nos hacemos eco aquí del desmentido realizado directamente por la Asociación Española de Detectives Privados, a la que pertenecemos como miembros de Máxima Detectives, que dejaba claro que el supuesto detective privado implicado en el llamado Caso Curshach no es tal. En caso como este no podemos hablar de detectives privados en realidad, porque no lo son. Su actuación al margen de la ley o contraviniéndola directamente, no es la de un detective privado actuando ilegalmente, es simplemente la de un presunto delincuente o la de alguien que comete un acto o serie de actos ilícitos.
A veces, algunas noticias saltan a los medios, y parecen implicar a detectives privados en actividades turbias o directamente ilícitas. Lo que ocurre es que para ser un detective privado es necesario una formación homologada y hay que obtener una licencia del Ministerio del Interior. Y, en esta profesión, como en otras, también hay problemas de intrusismo. No todo aquel que se dice investigador privado, lo es necesariamente.
El peligro de contratar a esta clase de investigadores es, en primer lugar, el de ser engañado, pues son personas con las que se establece una relación profesional a partir de un fraude: no son lo que dicen ser. El segundo lugar es el de la falta de aptitud profesional, pues para ser detective privado no basta enfundarse en una gabardina y seguir a alguien más o menos discretamente, como reza el estereotipo. Hace falta una formación. Y, en tercer lugar, porque el resultado de la investigaciones debe ser convenientemente validado en un juicio, y eso difícilmente puede ocurrir si las averiguaciones son realizadas por personas no profesionales carentes de formación y habilitación legal.
Es cierto que en otras ocasiones, se han destapado comportamientos profesionales poco éticos o legalmente cuestionables, como en el conocido caso de los detectives de la Agencia Método 3. Sin embargo, como detectives privados en Avilés acostumbrados a sopesar en nuestro día a día la opción de elegir entre el camino fácil que discurre fuera de la ley frente a la labor profesional basada en la máxima dedicación, sabemos que elegir esta última siempre rinde los mejores frutos.
