FIN DEL DESPIDO POR BAJA CONTINUADA E INVESTIGACIÓN DEL ABSENTISMO
El absentismo laboral continúa siendo un problema en España, que ya registró en datos publicados en 2019 un índice récord del 5,3 % que equivaldría, sumados todos los registros, a un total de 753.000 trabajadores que no acuden a su puesto de trabajo ni un sólo día en un año.
¿Es lícito controlar el absentismo laboral por un empresario recurriendo a un detective privado? Lícito claro que es, siempre que se respeten los límites legales en la investigación. Aún así, la polémica está servida. La reciente medida adoptada por Decreto Ley de eliminar el artículo 52.d del Estatuo de los Trabajadores, suprimiendo el llamado despido por absentismo, reabre la cuestión. Se trata, en definitiva, de terminar con la facultad empresarial de justificar un despido por bajas continuadas o concatenación de bajas, pese a estar reconocidas por facultativo, lo que ha hecho saltar las alarmas.
Hay que tener en cuenta que el empresario ha de hacer frente a los costes de la baja laboral por contingencias comunes durante los 15 primeros días de Incapacidad Temporal. Después, hay que considerar los costes que implica la cobertura del puesto de trabajo vacante y los perjuicios de una contratación temporal sustituroia, más la necesaria formación y adaptación al puesto. Si a esto añadimos los casos que van más allá de las bajas temporales justificadas, como es el de los enfermos crónicos encubiertos o el de los profesionales del absentismo, la cosa se complica.
En definitiva, contratar los servicios de un detective privado en Gijón, puede ser la mejor opción para un empresario hostelero, por poner un ejemplo, cansado de tener que gestionar las suplencias de un empleado convertido en enfermo imaginario, como la célebre novela de Voltaire. Lo mismo valdría para cualquier empresa. Lo esencial es que el hecho de no poder despedir por razón de un absentismo basado en causas médicas reconocidas por un facultativo, no es obstáculo para hacerlo cuando se demuestra que existe fraude o mala fe por parte del empleado, en cuyo caso podrá hacerlo por motivos disciplinarios, según confirman la mayoría de los expertos.
Esto nos llevaría a la paradójica conclusión de que la supresión del despido por absentismo podría conducir a un mayor celo empresarial en el control de las bajas fingidas. Y ahí es donde el detective privado puede jugar su papel. Sin olvidar, por supuesto la relevancia que los servicios de Inspección Médica competentes pueden cobrar en el asunto. Mientras el detective se centraría en desvelar el fraude o el carácter fingido de los padecimientos aducidos por el trabajador, la Inspección haría hincapié en la ausencia o presencia de elementos justificativos de la incapacidad desde un punto de vista estrictamente médico. Engaño frente ausencia de enfermedad o lesión invalidante. Dos caras, quizá, de la misma moneda, según los casos.
