¿PUEDO USAR LAS FOTOS HECHAS CON EL MÓVIL CÓMO PRUEBA?
La respuesta es, según y cómo. Esta misma pregunta le era planteada a un compañero detective privado en Gijón hace unos días por una cliente. Y es que la tecnología al alcance del usuario de smartphones hace de cualquiera de nosotros un detective privado en potencia.
Pertrechados con grabadoras de sonido o de llamadas, microcámaras y aplicaciones de rastreo y geolocalización de otros dispositivos, podemos erigirnos de golpe en una versión posmoderna de Sam Spade, el mítico sabueso creado por Dashiell Hammett. Sin necesidad de habilitación legal alguna. Y eso es precisamente lo peligroso. Tener la capacidad de hacer algo, no significa que debamos hacerlo. O que sepamos hacerlo. O que hacerlo mal no tenga consecuencias, como ya comentamos al hablar de los límites del detective privado.
En cualquier caso, lo que se plantea ahora, no es ya el intrusismo o la posibilidad de actuar como detective privado amateur. Lo que le planteaban el otro día a nuestro colega detective privado en Gijón era si la actuación del particular puede convertirle en creador de pruebas fiables, al obtener, pongmos por caso unas imágenes con su móvil, que quieren ser tenidas por verdaderas ante un juez.
Podría valernos el ejemplo de un empresario que quiere demostrar que un comercial no cumple horarios o rutas asignadas o que su accidente de trabajo en ruta es imaginario. Y en lugar de un detective privado, se dedica el mismo a hacer un seguimiento de esta persona y a obtener una serie de imágenes que luego pretende utilizar como prueba en un juicio de despido o para demostrar unas lesiones fingidas.
Hasta ahora, esa posibilidad era más bien remota. Un juez difícilmente validaría como prueba las fotografías obtenidas con un móvil particular, dada su facilidad de manipulación o alteración. Sin embargo, ya existe una app específica para garantizar la integridad de las imágenes y vídeos captados con nuestros móviles. Y, aún más allá, permite la creación de un informe demostrativo de la fecha, hora y lugar en el que se ha tomado la fotografía o grabado el vídeo.
Esta aplicación – Visualeo -, creada en España y que ya conocen algunos de nuestros clientes en Gijón, hace posible aportar a autoridades administrativas o judiciales informes de diferentes hechos o situaciones, a fin de que sean valorados por aquellas. Es decir, llegado el caso y con todas las precauciones, las fotos hechas con el móvil sí podrían llegar a ser tenidas en cuenta como prueba en juicio, si se dieran todos los requisitos legales adicionales. O al menos, eso dicen los creadores de esta aplicación. Falta por ver lo que dirán los jueces.
Porque, sin ir más lejos, lo anterior no significa que los hechos grabados, no puedan dejar de ser considerados, por ejemplo, una intromisión ilegítima en el derecho al honor, a la intimidad o a la propia imagen de las personas, si se dan las condiciones para ello. O que decaiga su valor probatorio por muchas otras circunstancias que sólo un profesional puede prever y anticipar.
Recordemos que tanto la admisión como la valoración de las pruebas forma parte de la potestad jurisdiccional que corresponde en exclusiva a jueces y magistrados. Y a esos efectos no pueden equipararse las garantías que aportan, por ejemplo las fotografías incorporadas a un acta notarial o a un atestado a otro tipo de imágenes. Y lo mismo podría decirse de las imágenes aportadas en un informe pericial o de un investigador privado.
Por eso, cuando un caso nos afecta personalmente y lo que buscamos es garantía de profesionalidad en la obtención de pruebas gráficas o documentales, recurrir a un investigador privado es lo más inteligente que podemos hacer. En Máxima Detectives Privados en Gijón gozamos de una sólida experiencia en montaje de dispositivos de vigilancia o seguimiento, y obtención de imágenes o soportes gráficos de cualquier situación, para garantizar los mejores resultados al ser aportados como prueba en juicio.
Y no olvidemos que el detective privado homologado que ratifica su informe en juicio cuenta con el respaldo de la legislación que avala su actividad profesional. Y que además se juega su propio prestigio profesional en cada intervención sometida a examen por los órganos jurisidiccionales. Algo, que debería hacernos pensar a la hora de valorar su trabajo.
Noticia de La Razón Tecnología.: ¿Sirven las fotos que tengo en el móvil en un juicio?.